Diofanor Rodríguez L CPP, PSP
El mundo está hoy globalizado e interconectado a través de la Internet. Con los chip RFID, las cosas se comunicarán, conformando un sistema que sería como la Internet de las cosas, pues estos chip ya se encuentran en la producción industrial, en las bibliotecas e incluso animales como las vacas y los pollos se pueden controlar con esta tecnología, lo que muestra que el mundo real y el mundo virtual se entremezcla.
Los dispositivos de vigilancia ya están en todas partes, con la posibilidad de que estén dentro de ti y se llaman tecnología RFID. Cada pequeño chip tiene un número, un escáner conectado a una base de datos que en pocos segundos nos puede revelar quién es esa persona, técnicamente no hay límite para la información que puede almacenar la base de datos y su tamaño no es mucho mayor a un grano de arroz. Estos implantes son solo el comienzo y a futuro se complementarán con sistemas GPS, para ubicar a quien lo tenga en cualquier momento y en cualquier lugar. En la actualidad, dueños de mascotas ya lo usan para seguirles el rastro en EEUU e igualmente se usa en el sistema penitenciario.
Esto que solo se veía en las películas, ya es parte de la realidad, pero está la preocupación de que puede violar de manera negativa nuestra intimidad, pues en un futuro quizás no haya lugar donde esconderse.
¿Se imagina que alguien supiera lo que usted come e incluso las medicinas que compra? ¿Que sentiría usted sin en el centro comercial supieran la talla de ropa interior que usa tu pareja? ¿Qué pensaría usted si alguien tiene la posibilidad de saber a toda hora usted donde está y qué está haciendo? Este escenario ya no es una fantasía y está ocurriendo mientras usted lee estos párrafos gracia a la tecnología RFID.
Estos chip incrustados en un sin número de productos que usted compra a diario envían información que seguramente será utilizada para conocer sus hábitos de consumo. La tecnología RFID o identificación por radio frecuencia, nos permite acceder remotamente desde una serie de lectores a unos dispositivos, etiquetas o tags, a lo que nos permitirá hacer un seguimiento a objetos específicos. Lo sorprendente es que esta tecnología no es nueva y existe desde los años 40, pues ya había sido usada en la segunda guerra mundial por los Británicos en aviones, con el fin de no ser víctima de lo que conocemos como el fuego amigo. También se ha utilizado y se sigue utilizando para múltiples aplicaciones incluyendo casetas de peaje, control de acceso, identificación de ganado y tarjetas electrónicas de transporte.
Tres son los elementos que se tienen en cuenta: Las primeras son las etiquetas, que son de dos clases, activas o pasivas. Las pasivas se utilizan para productos más extendidos y por su menor costo son más utilizadas, emplean una antena y mediante lo que se conoce como acoplamiento inductivo reciben pasivamente la energía emitida y la reproducen tienen un alcance de uno o dos metros. A diferencia de las pasivas, las activas poseen una batería, que les permite tener una vida útil de varios años, su precio es mayor y por consiguiente son utilizados en artículos con un mayor valor intrínseco y permiten emitir la frecuencia en entornos de 10, 20 o 30 metros.
El segundo son los lectores, que son quienes capturan la información de las tarjetas y la procesan para enviarla al tercero de los elementos, que es el software, quién la pasa a los sistemas de gestión de este escenario
En los últimos años, la tecnología RFID ha entrado al "mainstream" tecnológico gracias a su creciente difusión en aplicaciones de cadena de suministro motivada por las iniciativas de las cadenas de autoservicio y departamentales
Por razón de su sencillez, se han multiplicado sus aplicaciones, adquiriendo relevancia y presencia en la vida cotidiana, hecho que se aprecia con su incorporación en la administración de mercancías, identificación de animales o vehículos, documentos de identidad, medios de transporte y demás.
En la actualidad se han escuchado muchas voces de protesta en contra de esta tecnología, pues se considera que invade la privacidad de las personas. Se conocen pronunciamientos que se extienden desde plataformas de consumidores, organizaciones mundiales de libertades civiles como la Comisión de Libertades e Informática, hasta informes creados por grupos de trabajo de la Comisión Europea.
Produce intranquilidad pensar en los usos ilegales que se puede hacer de ésta tecnología. Uno de los peligros se encuentra en que cada producto estaría marcado con un número único, reemplazando al actual código de barras por lote, que relaciona a su comprador, de manera que un casual sistema podría identificarlo. Además, a través de los chips adheridos en nuestra ropa o productos se podría proporcionar información sobre nuestros hábitos, o si hemos comprado anteriormente en esa lugar, pudiendo dar parte a la creación de perfiles estratégicos, como “objetivo atractivo” o “perfil de bajo presupuesto”.
Pero igualmente también existen aspectos positivos, pues para el RFID existen algunas aplicaciones como las de “rastreo” de personas, como medidas anti-secuestro o dirigidas a la atención de enfermos de Alzheimer o a la vigilancia de personas condenadas.
Por supuesto, nos batimos en un fino límite que implica autonomías fundamentales, como las de movimiento o dignidad, cuyo ejercicio podría verse limitado, e incluso coaccionado. Es por ello, que en Francia, la Commission Nationale de l’ Informatique et des Libertés (CNIL) ha clasificado ya las etiquetas RFID entre las tecnologías de riesgo para las libertades individuales.
Esto puede hacer las cosas más inseguras, pues la tecnología puede ser vulnerada, ya que está asociada al software y por ende a la seguridad informática, que como conocemos tiene sus debilidades. Obviamente, visto desde otra óptica, esto haría más difícil el camino para el delincuente, enseñado a manejar dinero en efectivo, debido a que con esta tecnología el dinero papel podría desaparecer.
Ventajas del RFID
1. No requiere una línea de visión
2. No requiere de intervención humana (Ideal para automatizar)
3. Distancias de lectura de 1 a 10m
4. Lectura simultanea de múltiples artículos (protocolo anticolisión)
5. Hasta 500 lecturas por minuto (más de 5 veces más rápido que un código de barras)
6. No le afectan los ambientes sucios
7. Capacidad de lectura y escritura
8. Facilitaría la disminución de la mano de obra en los retail
9. El usuario de los centros comerciales estaría más conforme con su ticket y lo que compra, pues no tiene necesidad de realizar filas.
10. Para el control de reclusos sería un elemento de mucha ayuda.
11. Para controlar accesos en zonas restringidas
12. Para seguimiento a VIP cuyo riesgo de secuestro o de salud sea muy alto.
Desventajas
1. Algunos expertos dicen que los implantes de RFID podrían generar cáncer
2. Altos costos unitarios de los tags
3. Costos prohibitivos de los tags activos, para uso difundido en artículos de bajo valor.
4. Relación directamente proporcional entre alcance de la señal y el alcance del tag
5. Cortas distancias de los tag pasivos.
6. Riesgo de adulteración o reprogramación de los tags programables o actualizables.
7. Requiere alta inversión inicial en hardware, sistemas y configuración de los puntos de control
Referencias:
www.laflecha.net/articulos/ciencia/rfid/
www.egomexico.com/tecnologia_rfid.htm
http://revistas.pucp.edu.pe/holistica/files/holistica/11-19rfid%20y%20epc.pdf
www.fayerwayer.com/2007/09/los-implantes-rfid-podrian-producir-cancer/
www.rfidpoint.com/noticias/codigo-de-barras-ventajas-y-desventajas-respecto-a-la-tecnologia-rfid/
www.nationalgeographic.com
Saturday, May 14, 2011
RFID: Avance Tecnológico Positivo o Pérdida Negativa de Privacidad
May 14, 2011
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